Una gran amante de la ginecología en todas sus vertientes, me considero una mujer agradecida por tener esta profesión en mis manos para poder ofrecer a mis pacientes toda la ayuda que necesitamos las mujeres en todas las facetas de nuestra vida. Aprendo todos los días de mis mujeres, cada una de ellas me enseña que ningún síntoma es el mismo ni siquiera los diagnósticos son iguales porque cada una la vivimos de diferente manera, por lo tanto la empatía con ellas es mi fuerte y gracias a ellas me han hecho grande en mi profesión la más bella del mundo: la Ginecología. Estoy aquí para ello para ayudar y poner a su servicio todo mi conocimiento y experiencia.